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Ahora sí no habrá recurso que le pueda quitar al América el triunfo, tres puntos más para las Águilas que siguen en la parte alta de la tabla, y mejorando en su rendimiento. El triunfo de 2-0 sobre Pachuca le permite ascender en la tabla y recuperar el terreno que le quitaron en los despachos, en el campo lleva una buena seguidilla el equipo de Santiago Solari.
Desde el inicio, América dio un paso al frente, como lo dijo Solari, el equipo se olvidó de los despachos, se centró en el campo de juego, a ratificar que viene en acenso, aunque sea a un paso lento, pero pisa con firmeza.
Es cierto que enfrente estaba el último lugar de la clasificación, un equipo al que le ha faltado mejor suerte en el área rival, pero de eso no tiene la culpa América, ellos tenían que salir a hacer su tarea y cumplieron con ella.
De nuevo, Solari modificó su once, le dio entrada a Richard Sánchez en el once inicial y a Emanuel Aguilera, mantuvo a Fidalgo y poco a poco se vio un equipo más cohesionado, sobre todo en medio campo, donde se impuso por calidad y por pulmones, porque Pedro Aquino también va ganado peso dentro de la escuadra.
Las Águilas tuvieron un buen inicio, de inmediato empezaron a hacerse con el control de la pelota y con el dominio del encuentro, crearon superioridad y empezaron a buscar el arco rival. Empezaron algunas buenas asociaciones, y las aproximaciones, primero con un cabezazo de Henry y luego con un tiro desviado de Lainez.
Faltaba la contundencia, pero con lo que se veía era cuestión de tiempo. Tras una recuperación vino un desdoble, la pelota la tomó Richard en medio campo y el paraguayo mostró una de sus cualidades: el tiro de media distancia, se percató que Ustari estaba adelantado y lanzó el derechazo, el portero tuzo manoteó la pelota, pero no pudo evitar el daño. Al 28’, América se ponía por delante por méritos propios. Un gol que fortalece la moral de Sánchez, al que le ha costado trabajo la continuidad.
Se gustó América, fueron buenos minutos del equipo de Solari, que mezclaba con mucho sentido en el centro del campo. Gestionó su ventaja, no dejó de buscar el arco rival, aunque lo hizo a paso lento y como un equipo revolucionado, pero con eso le alcanzó para poner el segundo. Una pelota parada al 41’, fue cobrada por Richard llegó al área, Aquino ganó la posición y cabeceó cual mejor centro delantero, un remate al palo contrario y Ustari se quedó parado.
Las Águilas se fueron al vestuario dejando buenas sensaciones, tenía la posibilidad de hacer sangre de su rival. Pezzolano agitó su equipo, tres cambios de golpe y porrazo para salir del shock. Pero América no le soltó el pulso al partido. Incluso Henry se perdió el tercero cuando estrelló un remate franco en Murillo.
Fue un ejercicio ofensivo de las Águilas: Fidalgo, Lainez, Cáseres y Suárez merodearon la portería y buscaron aumentar la cuota, pero se revolvía en defensa Pachuca y evitaba más daño sobre su portería. Lo que no lograban los Tuzos era dar un paso al frente para inquietar a Ochoa.
No había tregua para los hidalguenses, porque la recuperación de América era constante, jugaban en campo contrario los de Coapa a los que les faltaba ese punto de contundencia. Al final, no hubo más goles, las Águilas no aflojan el paso, van con firmeza, al margen de los tres puntos que perdió en la mesa, en la cancha ya suma seis victorias en fila y eso no es cosa menor.
Con información de: Milenio
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