CORTO CIRCUITO

Por Gabriel García-Márquez

Es increíble que apenas nos cae una tormenta y de inmediato comienza a fallar el suministro de electricidad. Aun cuando no llueva se empiezan a dar los apagones intermitentes, que encienden y apagan aparatos y lámparas; se va la señal de internet y en ocasiones se quema el modem. Por minutos y a veces por segundos llega y se va la energía provocando que se fundan los focos o que se quemen los electrodomésticos por las subidas y bajadas del voltaje.

El personal se la Comisión Federal de Electricidad llega a revisar los postes y transformadores, pero no hace nada por realizar un trabajo de mantenimiento preventivo como se hacía anteriormente, cuando pasaban con pipas de la CFE lavando con agua desmineralizada a presión los aisladores, lanzando el chorro de abajo hacia arriba, para que el agua sucia al escurrir no genere un corto circuito. Aun cuando en Coatzacoalcos es muy necesario hacerlo, toda vez que el salitre provoca que las líneas se sulfaten y se dé una mala conducción de la corriente, esta labor ya es cosa del pasado, de cuando la CFE no era una empresa de clase mundial y mucho menos era dirigida por un dinosaurio de la política.

Este fin de semana, justo antes de la tormenta se dio un apagón que duró casi 20 horas en los alrededores del Santuario de Guadalupe, afectando a todos los vecinos que sufrieron las consecuencias, porque se quedaron sin luz toda la noche y toda la mañana del día siguiente. No solamente durmieron a obscuras, sino también padeciendo del calor sofocante por la falta de ventiladores y climas; los alimentos en los refrigeradores se echaron a perder, sobre todo los que estaban en los congeladores que al descongelarse perdieron sus propiedades y hubo que tirarlos a la basura descompuestos y apestosos.

Posteriormente, este domingo se soltó la tormenta alrededor de las 11 de la noche y como consecuencia en algunas colonias de la ciudad se fue la luz varias veces, también de manera intermitente, hasta que al final se dio el largo apagón, que provocó que la gente tuviera que dormir como en un baño sauna porque no se podían ni abrir las ventanas por la lluvia torrencial que estaba cayendo. Ya eran casi las 2 de la madrugada cuando por fin se restableció la luz y comenzaron a girar los ventiladores.

¿YA LA REPORTARON?

Todos los vecinos se preguntan lo mismo, pero resulta que llamar al 071 ya resulta inútil, porque la respuesta siempre es: “¿Solo es su casa la que está sin luz o es toda la colonia? El reporte ya está hecho. Nuestros técnicos ya están trabajando, pero hay muchos reportes como el suyo. La energía se reestablecerá en 4 horas.” La sentencia siempre es la misma y no nos queda nada más que la resignación. Eso sí, para pagarla hay que ser muy puntual, porque de lo contrario el corte del servicio es fulminante, aun cuando te haya llegado muy elevado el importe del recibo, porque para poder reclamar primero hay que estar al corriente.

Así que hay que estar preparados para cuando empiecen las tormentas y huracanes, comprar suficientes veladoras, ponerles pilas a las linternas y tener una hielera por si hay que guardar la comida con una bolsa de hielo si es que el apagón se alarga. Hay que desconectar los electrodomésticos apenas se empiecen a escuchar los truenos y guardar las facturas de compra por si se le queman sus aparatos y tiene que ir a la CFE a reclamar para que se los paguen. Esto último no es nada fácil, pero la lucha se hace.

Afirma categórico Manuel Bartlett que el servicio ha mejorado, que no hay apagones como antes y el presidente le cree o nada más se siguen ambos la corriente para no hacer corto circuito, aunque la población se siga preguntando ¿Qué cosa sucede con el apagón?