Agencias
Municipiosur.com
El espectacular cierre de precampaña de Claudia Sheinbaum, en el Velódromo de Xalapa, es testimonio de una operación política fina pero muy efectiva. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el gobernador Cuitláhuac García, inicialmente le habían encomendado la tarea a cierto personaje que desaprovechó su oportunidad y les quedó muy mal. Cazarín, en cambio, supo leer la ocasión. Se despojó de vanidad –que al otro gobierna- y aceptó trabajar sin aparecer públicamente. Renunció a la tentación de asumirse como Juan Camaney, trabajando solo, y en cambio, se vio como el político de altura que es, sumando a otros actores veracruzanos de primer nivel como Zenyazen Escobar, José Luis Lima y Eleazar Guerrero, (y con ellos a sus nada despreciables equipos), además de diputadas y diputados que le son afines. Cada visita de Claudia Sheinbaum a Veracruz fue un éxito. Pero lo del Velódromo superó cualquier cosa. Unas 14 mil personas llenaron cada espacio del edificio. Otras cinco mil aguardaron en el exterior porque, simplemente, ya no había lugar. Rocío y sus aliados han comprado un boleto ganador en México y en Veracruz. Hoy será recordado como un día fundamental en el futuro político de cada uno de ellos.
Be the first to comment