El uso frecuente de fósforo está agotando las reservas para la producción de alimentos

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Científicos del Reino Unido han lanzado una advertencia sobre que el uso excesivo de fósforo está agotando las reservas vitales para la producción mundial de alimentos y, del mismo modo, su escurrimiento hacia los cuerpos de agua provoca zonas muertas que amenazan a poblaciones de animales acuáticos. Estos desastrosos efectos, unidos a procesos que indirectamente derivan en una crisis climática de dimensiones catastróficas, es a lo que los expertos denominan el ‘fosfogedón’.

«Hemos llegado a un punto de inflexión crítico», comentó a The Guardian el profesor Phil Haygarth de la Universidad de Lancaster (Reino Unido). «Es posible que podamos dar marcha atrás, pero realmente tenemos que recuperarnos y ser mucho más inteligentes en la forma en que usamos el fósforo. Si no lo hacemos, nos enfrentaremos a una calamidad que hemos denominado ‘fosfogedón'», comentó.

La producción a nivel mundial de fertilizantes fosfatados es de alrededor de 50 millones de toneladas y de ella depende la alimentación de los 8 mil millones de seres humanos del planeta. El fósforo es un constituyente esencial de todos los seres vivos. «En pocas palabras, no hay vida en la Tierra sin fósforo», comentó el profesor Penny Johnes, de la Universidad de Bristol (Reino Unido). Sin embargo, «las reservas tradicionales de fosfato de roca son relativamente escasas y se han agotado debido a su extracción para la producción de fertilizantes», añade Johnes.

Los niveles crecientes de extracción de este elemento finito han generado iinquietudes de que el mundo alcance el «pico de fósforo» en unos pocos años. Su escasez causaría la lucha entre las naciones para controlar su suministro y alimentar a su población. «La vida puede multiplicarse hasta que se agote todo el fósforo y luego hay una parada inexorable que nada puede evitar», dijo en su momento, Isaac Asimov.

El asunto de la contaminación y el cambio climático

«Al igual que lo hacen en la tierra, los fosfatos ayudan a que crezcan las plantas acuáticas», dijo Haygarth, coautor de ‘Fósforo: Pasado y Futuro’. «Y eso ahora está teniendo consecuencias calamitosas en ríos, lagos y mares», externó. El bombeo continuo hacia los océanos de fertilizantes y desechos orgánicos producto de la actividad del hombre está provocando «zonas muertas» de poco oxígeno en muchos entornos marinos y lacustres, indica RT.

«El cambio climático significa que obtendremos más floraciones de algas por unidad de contaminación por fosfato debido a las condiciones más cálidas», explicó el profesor Bryan Spears del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido. «El problema es que cuando esas algas mueren, pueden descomponerse y producir metano. Por lo tanto, un aumento en las floraciones significará que se bombeará más metano a la atmósfera, y el metano es 80 veces más potente que el dióxido de carbono para calentar la atmósfera. Eso es motivo de verdadera preocupación», finalizó Spears.

Con información de: El Imparcial

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