
Por Juan Arjona
Municipiosur.com
La Flor del istmo. La historia se remonta en el pequeño poblado de Mixtequilla, Oaxaca con Don Nicolás Vallejo quien trabajó toda su vida como ferrocarrilero, él daba mantenimiento a las vías del trayecto transistmico que va de Coatzacoalcos a Salina Cruz, él llega con su familia a Coatzacoalcos a bordo de un vagón que ocupaba como vivienda, se establece de manera permanente aquí porque la compañía de Ferrocarriles le concede a sus trabajadores terrenos para instalarse. A partir de entonces su hija de nombre Juanita empieza a trabajar en los restaurantes de aquella época. Pero ella tenía el sueño de tener su propio negocio. Mientras tanto en el pueblo de Manlio F. Altamirano, Veracruz, un muchacho de nombre Juan Ruiz quien se dedicaba a comercializar con aves de corral decidió probar suerte y viajó a Coatzacoalcos buscando mejores ingresos. Doña Juanita ya había ahorrado un dinerito y con ayuda de sus papás adquirió tres pequeños locales en el antiguo mercado Coatzacoalcos, dando así el inicio al restaurante «LA FLOR DEL ISTMO» en 1956. El joven Juan Ruiz llegaba a vender sus aves al Mercado y así fue como conoció a Juanita y tiempo después se unieron en matrimonio. La unión fortaleció el restaurante. La ciudad crecía y existía la necesidad de tener un mercado más grande y moderno por lo que en 1960 se derribó el antiguo mercado obligando a los locatarios a establecerse de manera temporal en la calle Cristóbal Colón. Es allí donde el Sr. Juan solicita permiso para ubicarse en la ribera del río, justo donde hasta el día de hoy se encuentra. Es en ese punto dónde se dan cuenta que el volúmen de ventas es superior a aquel que obtenían dentro del mercado la vista espectacular del Río Coatzacoalcos le agregaba un plus al restaurante. En esos tiempos mientras desayunaban se lograba apreciar a los delfines guiar a las embarcaciones que entraban en el río mientras en un costado del restaurante estaba un pescador descansando en una hamaca con un hilo de pesca amarrado a su dedo del pie y cuando empezaba el hilo a jalar, iniciaba otro espectáculo, brincaba de la hamaca y lograba pescar desde robalos hasta sábalos. Su nombre era Juan el pescador (bueno en esta historia todos se llaman Juan hasta yo que la estoy escribiendo). La Flor del Istmo en sus inicios fue construido de madera y láminas. En 1968 se dio la primera remodelación ampliándose las áreas de servicio y cocina, siendo está construcción de mampostería y concreto. Generaciones han podido disfrutar platillos como el plato mixto de antojitos, Desayuno jarocho, Enfrijoladas de Chinameca, el Filete de pescado relleno de camarones o de mariscos, los camarones tornados, arroz c/ camarones, milanesa imperial y para los niños el oso goloso (hot cake con cara de oso). Un sin fin de personalidades lo han visitado como José Alfredo Jiménez, Flor Silvestre, Alberto Vázquez, Carmelita Salinas, Don Ignacio López Tarso, Roberto Cañedo, Doña Irma Serrano, Paco Malgesto y políticos como Lic. Fidel Herrera, la Senadora Patricia Mercado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y un sin fin de Presidentes Municipales. La FLOR DEL ISTMO ha sido toda una tradición en Coatzacoalcos en el Buen comer y un punto de referencia de la gastronomía del Istmo de Tehuantepec. Agradezco al C.P. Juan Ruíz Vallejo todas las facilidades para compartir las imágenes y está bella Historia de uno de los negocios de mayor renombre de la Ciudad de Coatzacoalcos.
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