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Eduardo Santamarina es un hombre que no tiene ningún tipo de prejuicio con respecto a saludar (cuando se podía) de beso a mujeres y también a hombres, a pesar de que no los conozca; pero no siempre fue así, en su infancia el actor tenía miedo de mostrarle de esta forma su cariño a su papá.
Pero la situación cambió cuando recibió la visita de sus primos y el actor pudo constatar que esa forma de expresar el amor entre hombres no tenía nada de malo, por lo que tomó fuerzas para acercarse como nunca a su papá y el resultado fue el mejor posible.
“Mi padre nunca fue afectuoso ni cariñoso… Veía como mis primos llegaban (y lo saludaban) ‘¡Hola, tío!’, beso. Yo pensaba ‘quiero hacer eso, es mi padre y siento miedo’; sentía frustración, enojo y tristeza de no poder besarlo. No me pregunten qué pasó en mí o de dónde saqué la fuerza, pero un día me animé a hacerlo”
Recordó Eduardo durante una entrevista para el programa Sale el Sol de Imagen Televisión. Santamarina, visiblemente emocionado, aceptó que ese momento fue catártico y lo llevó a una reflexión que trascendió en él: «Cuando lo hice (besar a su papá), ¡Dios de mi vida!, no saben, cambió mi vida totalmente».
Después de mostrarle su afecto a su papá con un beso, el esposo de Mayrín Villanueva aseguró que «a raíz de ese momento no lo solté, lo abrazaba y lo besaba cada vez que lo veía… y hasta se volteaba y me decía: ‘Bueno, tú a quién saliste tan besucón’, porque en mi familia no había esas muestras de cariño».
El protagonista de Rubí (2004) comentó que esto no significaba que a su papá le molestaran sus besos: «Le encantaba, nunca me dijo ‘hazte a un lado’ porque él también estaba deseoso de eso; luego se nos olvida que nuestros padres fueron niños y jóvenes, mi abuelo no sé qué estructura emocional tenía, pero está en uno romper las cadenas».
Con información de: Quién