Iván Calderón
O el “súper” delegado del Gobierno de México en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara se volvió ciego o simplemente pasó de ser “borracho” a “cantinero”, asegurando desfachatadamente que los índices de inseguridad no han aumentado en la entidad.
Dirían en el pueblo, “está viendo y no ve”.
Y es que con una delincuencia que rebasó al estado, tal y como lo ha dejado a entender el ejecutivo estatal Cuitláhuac García en sus lamentables, pero muy sinceras declaraciones, los diferentes sectores de la sociedad aún no han podido superar esta crisis de seguridad.
Lo peor, al parecer no existe ningún esfuerzo para que esta pesadilla termine, gracias a la incapacidad e improvisación de los responsables, quienes en vez de coordinarse, tiran culpas, y se encuentran encauzados en un telenovelesco asunto para saber cuál será el gran final del Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz.
Se tiene que decir, con una “política de café” indudablemente Huerta desconoce de las realidades del estado.
La neta.
El funcionario que hasta el momento se encuentra como figura decorativa, y solo se limita a repetir los beneficios de los programas sociales implementados por Andrés Manuel López Obrador, tal vez desconoce que las ejecuciones, los robos, secuestros, ha aumentado exponencialmente. Y lo más lamentable, una brutal serie de feminicidios que se suman a una tristísima estadística abrazada por la impunidad e ineficiencia gubernamental.
Con todo lo anterior y aún con los reclamos fundados de la ciudadanía Huerta asegura que “no hay alza delictiva, y que solo se tapaba información”.
¿Entonces abrieron la caja de pandora?
Se tiene que decir, Huerta en su calidad de delegado federal tiene toda la oportunidad de recorrer el territorio veracruzano, no como líder de MORENA, ni mucho menos pensando en sus minúsculas oportunidades de convertirse en un “sucesor”. Para nada.
Con una situación insostenible y desde su posición Huerta también puede ofrecer soluciones a estos escenarios tan adversos, pues el Gobierno de Veracruz necesita de toda la ayuda posible.
Pero no, para Ladrón de Guevara es más fácil empequeñecer los contextos y seguir siendo un personaje obtuso con plena ignorancia de la principal exigencia de las y los veracruzanos.
Caray, bonito funcionario de la República y supuesto “aliado” del Gobernador.
@IvanKalderon
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