Familia de la Ciudad de México trata de llegar a Argentina en bicicleta. Angélica y Gustavo llegaron a Coatzacoalcos para descansar. Dejaron trabajo y escuela para lograr su reto

Por Heidi Castellanos

Municipiosur.com

Angélica, Abigail y Gustavo dejaron todo en la Ciudad de México, incluso renunciaron a sus trabajos y escuela para emprender una aventura en bicicleta. Pedaleando buscan llegar a Ushuaia lugar conocido como “El fin del mundo” en Argentina. En su paso por el municipio de Coatzacoalcos, cuentan que este viaje lo estuvo planeado durante tres años, finalmente el 28 de julio salieron de la Ciudad de México y pretenden llegar a su destino en año y medio. “Queremos llegar a Ushuaia que es el fin del mundo, es un lugar donde mucha gente aventurara como nosotros quiere llegar para tocar el bien llamado fin del mundo porque es la última parte del continente sur que toca el polo sur” comentó Gustavo. La idea surgió de Angélica, quien le comentó a su hija y su novio sobre este viaje y ambos accedieron, ninguno es ciclista profesional, pero están contentos de haber aceptado. Para Angélica este viaje ha sido retador, pero además les está dejando mucho aprendizaje, y se muestra contenta que su hija de 12 años de edad, sea parte de esta aventura. “Yo sé que se va a perder un año y medio, bueno dos ciclos escolares, sin embargo, espero que recabe muchas herramientas para la vida. Gracias a la bicicleta hemos tenido la oportunidad de trabajar en un comedor comunitario en una catedral en Teotihuacán, aprendimos también sobre la conservación de las abejas en Puebla, pudimos liberar tortugas en Veracruz y ha sido un aprendizaje en muchos aspectos”, expresó. Abigail, es la más pequeña de esta ruta de tres y considerada la cicloviajera más joven de México, dice que la aventura no es fácil, pero está entusiasmada de conocer los cenotes de Yucatán y los pingüinos. Pese a las adversidades lo está disfrutando al máximo y se siente contenta de ser una de las más jóvenes en emprender este reto. “El viaje hasta ahorita ha sido algo muy bonito, yo soy muy de playa, me encanta la playa y este viaje me lo ha concedido y viene lo mejor”, comentó. Esta familia se ha enfrentado a descomposturas, enfermedades, a los intensos rayos de sol, a la lluvia y temores, pero también han encontrado la calidez en en las personas. Decidieron quedarse unos días en Coatzacoalcos para conocer la ciudad, su gente y cultura, el 19 de septiembre retomarán su viaje, mismo que han estado documentando para compartirlo con las personas.

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