Ernesto Malpica, el gran periodista de Coatzacoalcos, nos traslada a la época dorada de la radio en Coatzacoalcos

Por Ernesto Malpica Hernández

Municipiosur.com

La radio en Coatzacoalcos ha significado un poderoso medio de comunicación, el cual vivió sus mejores momentos en los años 60, cuando no existía la televisión, por lo que en esa época tener un radio en el hogar era lo más preciado, era una fuente de música, entretenimiento, de seguir noticieros lejanos para enterarnos de los aconteceres del país, de vivir aquellos eventos deportivos de box o de béisbol, disfrutando aquellas narrativas en voces de expertos que nos hacían vibrar desde la comodidad de la casa, pues parecía que se vivía en vivo el evento. En Coatzacoalcos hubieron grandes pioneros de la radio, como no recordar a un Anatolio de la Cruz, Daniel García Velázquez, Sergio Velázquez, Joaquín Pirrón, entre otros, que se iniciaron en radiodifusoras como la XEZS o XEGB, la primera ubicada en la esquina de Zaragoza y Corregidora y la segunda en la avenida Hidalgo, entre Carranza y Morelos, la segunda, incluso tenía su pequeño auditorio para hacer programas de concursos en vivo. Hablar de la radio es traer a la memoria recuerdos de eventos deportivos, como el que se vivió en la liga invernal de béisbol Beto Ávila, aquellas grandes batallas que libraban los Millonarios del Puerto México contra los petroleros de Minatitlán, mismos que eran narrados por García Velázquez. Los aficionados al béisbol se mordían las uñas de nervios, cuando los Millonarios viajaban a Minatitlán para enfrentar a sus acérrimos enemigos, pues los enlaces no eran en vivo y se tenía que esperar hasta las seis de la tarde la narración de entrada por entrada por parte de García Velázquez, que nos la hacía de emoción al poner primero una música de una marcha deportiva que se volvió tradicional, para comenzar la narración de las nueve entradas, en aquel tiempo los campos deportivos no tenían alumbrado y los juegos iniciaban a las tres de la tarde. En aquellos años, cuando se respiraba paz y tranquilidad en la región, hubo un partido polémico que terminó en batalla campal en las gradas del 18 de Marzo entre los aficionados porteños y minatitlecos, sucedió en la última entrada cuando los Millonarios del Puerto México, ganaban por apretado marcador, presentándose a batear el cuarto tronco de los petroleros, el terrible “Pasitos” Echeverría, quien pescó un lanzamiento del pitcher y la alargó por todo el jardín central del 18 de Marzo, corriendo como una gacela el fildeador de la pradera central José Luis “La Gata” Padilla, que hizo honor a su apodo, llegando hasta la pequeña barda, que a los jugadores les daba arriba de la cintura, se lanzó para atrapar la pelota, haciendo un lance de antología, debido a la fuerza que llevaba quedó del otro lado de la barda con la pelota en el guante, sin embargo el ampáyer no dio por bueno el atrapadón de “La Gata”, argumentando que se le había caído, dando por bueno el jonrón, dejando en el terreno a los visitantes, pues el palo de vuelta entera con hombres en base le dio el triunfo a los petroleros. Desde luego el ´partido terminó en las tribunas en batalla campal de aficionados de Coatzacoalcos y Minatitlán, que se trenzaban a golpes, después vendrían las venganzas de los porteños cuando los vecinos pagaban las visitas al estadio Miguel Hidalgo, también escenario de grandes batallas, en donde se ponía de manifiesto la ocurrencia y el buen humor de la afición de Coatzacoalcos, como olvidar aquellas mantas de un barco pintado y al pie un par de minatitlecos, exclamando ante el barco ¡Qué cayucote!, o bien cuando los Millonarios ganaban por blanqueada, al día siguiente aparecía una manta con nueve totopos pegados o colgando que significaban los nueve ceros que le habían recetado a los minatitlecos. Todos estos eventos eran narrados por la radio en voz de García Velázquez que se había convertido, en algo así como “El Mago” Septién, de ahí la importancia de la radio que era el único medio que servía de entretenimiento a las familias, escuchando las radionovelas de Kalimán contra los malos, o las historias de Jesús Arriaga “Chucho el Roto” o de Porfirio Cadena “El Ojo de Vidrio”, narrativas que llegaron a tener millones de radio escuchas.
Desde luego, para escuchar esas señales había que tener un buen radio y muchas familias se daban el lujo de tener uno de la marca Philips, Philco o Punto Azul, Telefunken, que eran consideradas de los mejores pues funcionaban a base de bulbos, cuando veías que no prendían algunas de sus bombillas, quería decir que el radio ya había chupado faros, posteriormente llegaría la marca Majestic, hecho a base de transistores, que se popularizó en el mercado por su bajo costo, accesible para los bolsillos de las familias, así es que todo mundo tenía su Majestic. Definitivamente la radio en Coatzacoalcos ha sido pieza importante en el desarrollo del puerto, además de ser un gran semillero de magníficos locutores, algunos de los cuales ya se han ido, pero que dejaron grandes huellas y legados a las nuevas generaciones.